El sudoku no se estanca

Parece ser que nada puede frenar al imparable sudoku. No teníamos bastante con el complejo pasatiempo, que ya se molestaron en inventar las complejas versiones Sudoku Samurai, Sudoku Killer o, el preferido de mis hermanos, el Sudoku Killer Samurai.

Mis compañeros del Master, conociendo mi afición por este pasatiempo numérico, me han enviado en numerosas ocasiones referencias a esta nueva versión del rompecabezas oriental, el Sudoku Cube. No sé, creo que esta vez voy a frenar mi adicción y voy a pasar del nuevo vicio, aunque el precio de 11$ me parece aceptable para seguir con ello, tal vez el trauma de mi niñez por el cual nunca fui capaz de resolver un cubo de esos haga aún mecha en mi.

Yo estoy tranquila. Sabiendo que existe máquinas expendedoras como la que me encontré en Paris con mi familia, sé que donde esté y a la hora que esté podré apagar mi ferviente sed... de Sudoku.