viernes, julio 27, 2007

Mi recuerdo vitoriano

Al final se alargó la cosa, y me quedo hasta finales de julio, dejando mi nueva etapa zaragozana para el mes de agosto. Cuando llegué no pensaba que esta ciudad me iba a llenar tanto, y en tantos aspectos. He conocido personas GENIALES, he aprendido un montón en el curro, he trabajado mucho, he visto cosas preciosas, y me llevo mogollón de recuerdos y experiencias...
Tras varias "falsas alarmas" sobre mi despedida y vuelta a Zaragoza, parece que ésta es la definitiva y, para despedirnos como debe ser, los "compis" del trabajo nos fuimos (por fin) a comer todos juntos, a excepción de Henar y Aritz, que no pudieron venir, a los que aprovecho para mandar un besazo enorme.
¿Cómo recumir estos seis meses (anque en principio fuesen a ser tres) de mi vida? Ni este, ni ningún blog entero serían suficientes para ello, así que me tendré que conformar con mostraros un pequeño pero especial recuerdo de mi e
stancia aquí: Celedón. Y claro, por muy "monos" que los dos salgamos en la foto (¿o no?, je je) no podía llevarme semejante estatu a casa, no sólo por el peso, si no por el paquete que me van a meter, y mis compañeros y amigos, acertaron de leno en el regalito de despedida que me direon, y si no, juzgar vosotros mismos por las fotos:

viernes, julio 13, 2007

The final countdown to go back home


Tras poco más de cinco meses en mi ya querida Vitoria, Marguix vuelve a casa. Tan rápido comoc cuando me fui me comunican que vuelvo, siempre dentro de BSH, pero en esta ocasión en las instalaciones de La Cartuja. El próximo miércoles 18 commienzo, con muchas ganas, mi nueva etapa y, en esta ocasión, bastante más cerquita de casa. Espero qe ahora mi vida se calme un poquito y pueda a provechar para reunirme con todos aquellos a los que ya llevo tiempo prometiendo hacerlo.
Tiembla Zaragoza, "la Almendra" vitoriana regresa a casa, como "el Almendro" en Navidad...

jueves, julio 12, 2007

Ya ha pasado un año...

¡Buf!, qué rápido pasa el tiempo... Ya hace un año de aquella primera "Cenita number" y aquí estamos de nuevo, niformados y listos para asistir de nuevo a las fiestas de San Juan, con nuestro Alfonso como líder y anfitrión. En esta ocasión, un ejército amarilo (en honor al peto de nuestro cabecilla) formado íntegramente por chicas se dirigió a nuestro querido San Juan. Caras nuevas caras conocidas y reencuentros inesperados, todo ello acompañado por el famoso toro de fuego local, que ilusionó más a unos que a otros. No debo hablar de quella noche sin hacer una referencia especial a la Terraza Chill Out en la que tomamos la primera, muy bien montada ella, y perfectamente equipada, sobre todo sin mencionamos en repelente de mosquitos a disposición de todos en la barra, y es uqe tanta plantita y tanto riachuelo sempre tran algún problemila detrás, aunque fácil de solucionar con dicho spray. La cuestión es que, aunque sólo chicas, aquellas que fuimos sin obligaciones estudiantiles cercanas, dinos la talla y volvimos a casita reventadas y de día. Debo reconocerlo, estas fiestas son geniales como diversión y como libera tensiones, pese a que la orquesta sea un poco "especial", y es que estos seudo imitadores de "Los Mojinos Escozios" no lograron agradar a todos por igual. Pese a ello, una gran noche, primera de muchas fiestas veraniegas que espero relatar y documentar con fotos.

miércoles, julio 04, 2007

Se nos casó Silvia...

Cómo pasa el tiempo... Y no es que me sienta particularmente mayor, que con las locuras que hago cada vez estoy más niña, si no que, en menos de un mes, se han casado dos amigas. La primera gran boda, la de Emma y Ñako, que ya conté con toda clase de detalles y la segunda, la de Silvia y Maxi, es la que relato a continuación.
¿Menos de un mes?, os preguntaréis, ¿y hasta ahora no has contado nada? Pues así es, y es que estoy pendiente de escanear una foto con los novios, pero la vergüenza empezaba a alcanzar un tamaño considerable y he preferido optar por escribir estas líneas y pasar a añadir la citada foto más adelante, y es que mis escasos pero asíduos lectores ya empezaban a quejarse sobre mi falta de noticias, seguros de que la escasa actualización de mi blog no se debía precisamente a la ausencia de ellas.
Finalmente Silvia se nos casó, y Raquel y yo tuvimos el honor de poder acompañarle en este día tan especial. Parece que fue ayer cuando aún estábamos en clase, y es que a pesar de que ya hacía tiempo que no nos veíamos, hay amistades en tu vida que haces y nunca se olvidan. Como muchas veces me recuerda mi madre, hay amigos que puede que haga mucho tiempo que no ves, pero en el momento de reencontrarlos apenas parece que el tiempo haya pasada, y Silvia, Raquel y el resto de la panda, son algunos de ellos.
La ceremonia tuvo lugar en el Gallur natal de Silvia. R
aquel y yo nos reencontramos no sólo con la novia, sino también con su prima Amaya, con quien también guardo muchos recuerdos. Puedes imaginarte que una amiga tuya se casa, pero hasta que no la ves toda guapa de blanco y desfilando hacia el altar, no sientes ese consquilleo de emoción que te hace compartir al máximo la alegría del momento. Y no sólo de emoción se vive. tuvimos la suerte de sentarnos en la mesa con los compañeros del trabajo de Silvia, una panda increíble con los que pasamos un rato estupendo durante la comida, que tuvo lugar en el Castillo de Bonavia, una preciosa recreación de un castillo medieval del que, cual paparazzi frustado, tomé gran cantidad de fotos.
Como toda novia en su gran día, Silvia estuvo muy atareada, atendiendo a diestro y siniestro a todos sus invitados y gran cantidad de detalles pero, aún así, pudo dedicarnos un par de ratitos, en los que fuimos partícipes de su alegría y cansancio. Ahora ya, casada y feliz, seguimos en busca y captura de una fecha en la que todas podamos quedar para tomar un café y ponernos al día de nuestras respetivas vidas, ya sea de soltera o de casada.

Bueno, parece mentira pero por fin he escaneado la foto oficial de la boda, donde salimos Raquel y yo con los novios, ya matrimonio (qué bien suena). Debo dar las gracias a mi mami-la Charo, sin cuya colaboración esta foto seguiría a la espera de ser colgada, ¡un brindis en su honor!