lunes, octubre 22, 2007

Siempre fiel a uno mismo

Ya estamos a 22 de octubre, y los zaragozanos empezamos a reponernos de las fiestas del Pilar para seguir machacando nuestro cuerpos con más fiestas, esta vez sin razón aparente... Éstos han sido los primeros Pilares que paso sin mi gente de París, a los que he echado (y echo muuucho) de menos, pero no es que me haya quedado en casa precisamente... Todos os podréis imaginar cómo habrán sido mis días de locura y desenfreno, más si los habéis vivido a mi lado, así que paso a relataros el hecho que me lleva a titular así este post.
Os podré en situación: Viernes, 12 de octubre de 2.007, día de la Virgen del Pilar, patrona de Zaragoza. Mientras mis hermanos se quedan durmiendo a pierna suelta, me voy de paseo con mis papis a ver la Ofrenda de Flores y todo el ambientillo propio del día. Y entre mucha, pero mucha gente, cerca de correos vemos el sitio reservado a los centros florales que esperaban incorporación a la Ofrenda de los grupos a los que representaban. Pues bien, entre todos ellos (alguno realmente currado, por cierto) encontré éste que aparece en la foto, y creo que la gente no tardará mucho en averiguar de dónde es y, si no, para eso está el zoom. Como digo en el título del post, la imagen lo es todo, y esos colores (además del cartel) no dejan lugar a dudas.
Ya que nos ponemos a hablar del Pilar, aquí os dejo una cancioncilla propia de la tierra, dedicada a la Pilarica. No es como la famosa jotica "La Virgen del Pilar dice...", pero estoy segura de que a más de uno le gusta, por ejemplo, los tres hermanos entre los que me incluyo.


1 Comments:

Blogger Aragorn said...

Perdona, pero tu hermano primogénito no se quedó durmiendo....

14:05  

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