martes, julio 04, 2006

Walqa... Adios, Bye bye, Au revoir


Todo lo ueno llega a su fin, y lo no tan bueno, porque un
a semana más curro-Master y servidora revienta.

La verdad es que me da mucha pena. Hemos hecho muy buena migas y, aunque sigamos quedando, ya no será lo mismo... A ver si ahora que ya ha acabado me calmo un poco y dejo de estar tan quemada, aunque con los problemas que me está dando la tienda empiezo a dudarlo.
La cena, buena y abundante, aunque el - (no sé cómo llamarlo) de Buba había olvidado que tenía 40 a cenar, un detallito sin importancia...

Pregunta: ¿Dónde ir después de cenar en el Buddabar? ¡Está claro! Al Capirote. Este chico va acabar hasta las narices de mi... Por desgracia, al día siguiente una servidora tenía que currar, así que a las 2:15 recogí para mi casita. Menos mal que no bebí ni una copilla de vino, porque al día siguiente estaba cansada pero con la cabeza despejada, con lo que, al llegar por la tarde después del curro, ¡hasta tuve ganas de ponerme en el ordenador! Estas son las consecuencias de hacer un Master en Administración Electrónica.

San Juan 24/06/06 la primera...


Sólo recordar este finde hace que me duela todo...
Quedamos a las 20h en el Canterbury de la plaza Salamero, todos muy monos con nuestras camisetas negras-plateadas-fosforitas, junto a mogollón de personas de boda, incluido "el rastas" a quién no tuve el privilegio de ver.
Cogimos el "autobús" que nos llevaba a San Juan aunque, como había llovido y todo estaba lleno de charcos, cada bache convertía semejante guagua el una atracción acuática.

Llegada a San Juan, cervecita de rigor y cena, bueno, ensaladita y jamón (sin bordes) para Mónica y para mi, pero más que suficiente, al menos en mi caso, que sólo me tomé una copa. Creo poder decir que soy la única del grupo que sabe a ciencia cierta el número de cubatas que tomó, porque lo que es el resto...

Tras cenar y remojarnos con la lluvia (a la pobre Raquel le habría dado algo) nos fuimos a "Los Juntos", bar de pueblo donde los haya de la familia de Alfonso, desde donde vimos al toro de fuego y comenzamos a congeniar con los colegas locales, entre los que encontramos al auténtico (o casi) Pozi.

Todos guardaremos y guardamos un gran recuerdo de estas fiestas: La brillantina.
Maldita la hora en que a Carmen y a mi se nos ocurrió llevarla, pero más maldita aún aquella en la que todos nos embadurnamos con ella. Son muchos los bolsos, camisetas, pijamas, camas, sujetadores, etc que aún sufren las cosecuencias; sí, sí, brillantina, no babas...

Lástima perdernos la charanga, pero la vuelta a Zaragoza con gente durmiendo, cabeceando o aún borracha también fue interesante, aunque también forma parte del materia secreto...

Pintar, pintar, pintar sin parar...


Así es. Ya recuperados de la cena del día dos, nos preparamos para ir el finde del 24 a San Juan De Mozarrifar, tierra natal de nuestro compañero Alfonso que fuimos a conocer, para culturizarnos con las costumbres pueblerinas de tan célebre población.

Y, para celebrar las fiestas de tan querida localidad, diseñamos nuestro propio uniforme peñístico "-Ext" en negro y plateado, con números brillantes y todo que no dudábamos darían mucho juego.

No reunimos las pringadas de siempre en el Parque Miraflores, y he aquí el resultado, aunque para resultado la pedazo de noche sanjuanera...



Lo sé...


Sí, sí, ya lo sé. Hace mogollón que no escribo, pero es que llevo un estrés de vida que no me deja tiempo para nada, y para cinco minutillos que tengo, los paso tirada en el sofá, como debe ser.
Uf, ¿cómo resumir todos estos días de ausencia? Creo que empezaré por el principio.

Debo comenzar diciendo que, desde el pasado 21 de mayo, pertenezco al selecto grupo de becarios-precarios que sustentan la economía de este nuestro país. Pero la verdad es que no soy como uno de esos becarios que Javi menciona en repetidas ocasiones en sus historias, lo cierto es que NO ME PUEDO QUEJAR.
Estoy haciendo prácticas de lo mío, en marketing, en BSH, donde he encontrado a gran cantidad de compañeros de la Facultad, así como viejos amigos. No sólo en ambiene es muy bueno, y que tengo dos ca-fes, ca-fes al día, sino que además he empezado con buen pie...

En mi segunda semana ya tenía una cena, ¡y qué cena! Se trataba de la despedida de Alicia, la secretaria, aunque entre nosotros denominamos esa noche como la del "Tuno Loco", y hasta ahí puedo leer...
La cena fue entretenida, observando las rarezas que cada uno tenemos para comer, y realizando intercambios pate-salmón-jamón-etc.
Tras comer y beber (un poquito) en el restaurante, nos fuimos de marcheta ydebo decir que la noche dio para mucho... Personalmente decidí pasar de las judías y las migas para desayunar, aunque por hambre, cansancio y fuerzas para reponer no fue precisamente.

Lo mejor fue volver el lunes y encontrar todo y a todos como si nada hubiese ocurrido. ¡Esto sí que es saber estar!