miércoles, octubre 18, 2006

Pilares 2006 - Tomo II - La primera noche

Tras tres duros días de trabajo, incluyendo uno de clase de alemán e inglés, llegó el ansiado primer día de vacaciones, miércoles 11, en el cual puse en marcha lo ensayado es sábado anterior. Sí, de nuevo hice Fiesta de la Cerveza - Interpeñas, pero esta vez fui a la de las Ferias, y cambié media hora de esperar el taxi por media hora para comprar las entradas pero, en el fondo, la misma juerga... Lo único es que esta vez no éramos los tropecientos del sábado, sino las tres Marías de la foto, Carmele, Natalia y yo, aunque fue más que suficiente...

Nada más llegar nos encontramos con viejos (cómo pasa el tiempo) amigos del colegio, dos de ellos ex-compañeros de la Facultad que, por cierto, me deben una cena que prometieron pagarme antes de acabar la carrera, cosa que ya he hecho, y q
ue olvidé recordarles en tan oportuna ocasión. Pero la culpa no fue mía, sino de la cerveza. Llegamos felices y risueñas con nuestra entrada de Interpeñas al acto lúdico-festivo-cervecil instalado a pocos metros de nuestra fortuita compra (vamos, la cola para las entradas). Para aquellos que no lo sepan, es obligatorio comprar una entrada con la que una jarra viene incluída y, tras recogerla, nos sentamos con los ya citados colegas, dispuestas a degustar tan refrescante bebida. Bueno, lo de refrescante es un decir, porque he de admitir que estaba bastante calentorra... Tras varios minutos de oir nuestras quejas sobre la temperatura de la cerveza, los chicos nos sugirieron rellenar dos de las tres jarras y reclamar un cambio. Así que Carmele y yo hicimos lo propio, nos acercamos a la barra donde nos habían servido y comentamos la jugada. El camarero, todo majo él, nos sacó dos nuevas jarras, pero no retiró las viejas, con lo que estas dos pequeñas bebedoras de cerveza, más listas que el hambre, nos volvimos con dos jarras más, en total cuatro, by the face, porque nosotras lo valemos...

El resultado final, pues que no pudimos acabarnos las tres más dos cinco (drei plus swei fünf, para algo que sé decir en alemán...) cervezas, aunque yo sí bebí la mía... Que nos dedicamos a mezclar todas las jarras, frías, templadas y calientes, y que fuimos de nuevo a Interpeñas, donde nos enco
ntramos a Gotor, dícese del interno del colegio que sólo vemos en este recinto y, tras jorobarnos de frío y acabar un pelín más perjudicadas (para muestra, vez los ojillos de la primera foto) decidimos irnos, sin despedirnos de los chicos (y es que después de ir al "baño", por llamar a eso de alguna forma, daba una pereza atravesar de nuevo toda la maraña de gente...

La cuestión es que nos fuimos. Entramos al "Oh Sol", creo que se llamaba, vamos, la antigua Seven y, tras arrepentirnos severamente, nos fuimos a casita. Lo cierto es que si entramos en semejante antro también fue para entrar en calor, porque aquella noche hizo más frío que en la Comunión de Pingüi en pingüino (de nuevo, ver la primera foto), pero de verdad.

Llegué a mi casa "pronto", ni me acuerdo de la hora. Y al día siguiente, toda repeinada y pintada (muchos sabréis por qué lo digo) a misa con los papis, fotos (requeteguapa y requetemona que estamos la Charo y servidora), comidita y a dormir, que por la noche llegaba la primera tanda de los invasores de ést ami hunilde morada, las vascas a las que había que ir a recoger a las 10 de la noche. No puedo sino agradecerles que llegasen tan tarde para permitirme disfrutar de una merecida pero ante todo laaaaarga siesta. Merci!!

2 Comments:

Blogger Marguix said...

Jopeeee, siempre mirandolo todo. Ya lo cambio...

07:35  
Anonymous Anónimo said...

Has omitido que nos diste un plantón que te cagas!! jeje
Pero te quedaste sin ver la maravillosa guitarra que ganamos en las carreras de camellos de las ferias....chincha!!!

18:46  

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