martes, diciembre 26, 2006

Adios Capirote...

Poco tiempo ha transcurrido desde que mi tato-Punti me dio la noticia: Buba deja el bar... Creo que la noticia habrá llegado tan solo a los más próximos, pero no dudo que aquellos que alguna vez se pasaran por tan célebre bar y lleguen a enterarse de tan triste noticia, ya sea por mi blog, ya sea por otros medios, no podrán evitar que una lagrimilla moje su mejilla, por muy pequeña que ésta sea. Y es que son muchos y numerosos los grupos de personas con los que he pasado por tan célebre establecimiento, como mis ex-compañeros del Master, mis amiguillos de Paris, toda la panda de amigos (y conocidos) de mi tato que siempre rondan por ahí, algún ratillo con los del curro, más de un familiar perdido ( sobre todo mis primas cabeza-loca), ...., la lista es interminable. En nuestros oidos y en cuestras cabecillas ya no resonará (de momento) la célebre frase "¡Vamos al bar de Buba!". Tan sólo esperabos que nuestro querido anfitrión consiga suplir pronto esta ausencia, ya sea con un nuevo barecillo, acudiendo a tooodas nuestras fiestas, reuniones, y demás fiestas de guardar, tatuándose todos nuestros nombres en brazos y piernas o lo que sea. la cuestión es que tantos años y tantas ocasiones en las que nos hemos reunido (y emborrachado) en tan célebre bar de copas no queden en el olvido. Para evitarlo, queda por ahí más de una foto (muuuchas de ellas para enmarcar). Esperemos que, ahora que el bar no te tiene atado, Bubilla se venga de fiesta con nosotros, y no dudo de que ganas no le faltan...

Acabaré este post con nuestro grito de guerra: ¡¡B.U.B.A., RABO!!, y haciendo un sentido homenaje a ese CD que tantas alegrías y momentos de "¡¡On, oh, qué buena es esta canción!!" nos ha hecho vivir: "Ponzoña forever".