jueves, enero 26, 2006
Bueno, bueno, pues aquí teneis la foto de cómo quedó la silla, sin una pata. Pero ya me he enterado que no fui yo quien la rompió. Estoy pendiente de que Carlos me cuente la historia completa, pero debió ser que unos informático se reunieron en la mesa que hay al lado y fueron ellos la que la rompieron. La cambiaron por otra que estaba bien (la mía) y no se les ocurrió pensar que podía haber alguna pobre chiquilla indefensa que podía acabar en el suelo con todos a su alrededor riendose a su costa (basta con ver el ejemplo de Mamen) y los profes todos preocupados a ver si iba yo a tener que estrenar el seguro médico que nos hicimos con la matrícula. Dejo fé del documento en imágenes y que sepais que desde entonces siempre llevo la cámara a mano, para que el Punti no se queje más.
4 Comments:
Así me gusta Marga, cumpliendo las promesas. Por cierto, tu cara de resignación no tiene precio :)
Lo se, lo se, xo peor fue la cara q puse cuando cai...
Claro, claro, las culpas siempre para los informáticos, que no hacemos nada bien, snif snif
Que estarias haciendo jejeje
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